Y tú ¿ Te comprometes?
Y tú ¿Te comprometes?
Compromiso. Es una palabra que a muchos les hace saltar las alarmas. En estos tiempos en que todo parece papel mojado y nos vemos obligados a cambiar a menudo de compañeros de viaje, cuesta de entender. A muchos se les antoja como una cadena que te ata a lo que tal vez ya no quieras o te deje de interesar en un futuro, porque todo va tan rápido que sólo los valientes se atreven a decir sí y asumir las consecuencias.
Sin embargo, me gustaría hablar del compromiso de verdad. Ese que no te ata sino que acerca. El que te ayuda a crecer y te hace evolucionar. El compromiso contigo mismo. Estoy convencida de que en la vida nadie puede comprometerse con otros hasta que no ha sellado un compromiso consigo mismo, hasta que no se conoce y no sabe quién es y qué le motiva.
Esa clase de compromiso se transmite con la mirada, se contagia casi al estar cerca, se transforma en brillo y energía. Las personas comprometidas saben qué quieren y trabajan para conseguirlo. Tienen claros sus sueños y los han convertido en objetivos. Pasan de quejas y lamentos, pasan de pensar en lo que no les gusta o no les interesa y se focalizan en lo que buscan de verdad. Lo incorporan a su vida. Lo mastican. Lo respiran. Lo sueñan. Lo viven. Y lo hacen disfrutando de cada instante, de cada pequeño triunfo y de cada fracaso que les acerca tal vez más a la meta.
Comprometerse es aceptar errores y admitir debilidades para convertirlas en fortalezas. Es buscar cómplices a los que les brillen los ojos como a ti cuando hablan de sus sueños y lanzarse. El compromiso es riesgo y es aventura. Es responsabilidad y creatividad. Es una apuesta por ti mismo cuando nadie apostaría, porque nadie te conoce tanto como tú… Porque no han calibrado aún tus ganas y tu empeño, porque no han medido tus fuerzas ni saben con que ilusión te levantas cada vez que te caes… Porque no saben que tu talento es más grande cada día.
Comprometerse es saber gestionar tus emociones y amarte lo suficiente como para saber si vas por el camino correcto o no. Es animarse cuando llega el desaliento y seguir pese a que cuesta ver a veces el lado positivo a las adversidades. Es buscar la excelencia en todo lo que haces aún cuanto estás muy cansado y aún cuando nadie te ve y parece que no importa y tú sabes que sí, porque te importa a ti… Porque tu opinión sobre ti y tu forma de ver la vida te construye cada día, porque tu dignidad no se regatea y tu entusiasmo tampoco.
Comprometerse es encajar decepciones enormes, esféricas. Es ver cómo te caen mitos y al mismo tiempo encuentras nuevos compañeros de viaje inesperados con los que jamás pensaste contar.
Comprometerse es conocer tus miedos y tus fantasmas y acercarte a ellos para superarlos y asumir que ya nunca más les darás de comer.
Es buscar tu talento, ponerlo al servicio de los demás y llevarlo como bandera. Es aprender cada día del mundo y de ti.
Las personas comprometidas sólo compiten con ellas mismas… Ellas dibujan sus mapas y trazan sus caminos. Emprenden sus vidas, lideran sus carreras profesionales y no se asustan por decidir… Saben esperar pero actúan… Saben ponerse en el lugar de los demás y comprender.
Comprometerte contigo mismo te hace más elástico, más fuerte, más responsable de tu vida.
El compromiso es aceptación sin resignación… Confianza y responsabilidad. Es cambio constante, movimiento, pasión pura… Te transforma, pase lo que pase, llegues a tu meta o te quedes a un minuto de ella… Porque el compromiso es un estado de ánimo, una actitud.
Y tú ¿Te comprometes?